VARSOVIA (AP) — Polonia conmemoró el domingo el 80mo aniversario del “Gran Escape”, cuando durante la Segunda Guerra Mundial, en un ingenioso acto de desafío, 76 prisioneros de guerra se escaparon mediante un túnel de un campamento alemán hasta llegar a un bosque nevado.
Tuvo lugar una ceremonia solemne en Żagań, donde estaba antes el campamento y que es ahora un museo, reportó la emisora TVP World. Añadió que asistieron soldados de la 11va División Montada del Ejército de Polonia, además de militares estadounidenses estacionados allí.
Soldados británicos exhibieron fotos de pilotos ejecutados por órdenes de Hitler en una ceremonia a la que también asistió el embajador británico en Polonia.
Durante la Segunda Guerra Mundial, ese campamento de prisioneros de guerra albergó a personal de las fuerzas aéreas de los Aliados, incluyendo soldados británicos, estadounidenses y polacas, entre otros, y aviadores británicos lideraron el intento de escape. En ese entonces el área era parte de Alemania, pero ahora está en el oeste de Polonia.
Sobre la ceremonia volaron un avión militar de transporte Hercules C-130 y cuatro F-16 de la Fuerza Aérea de Polonia, reportó la prensa local.
La mayoría de los soldados que escaparon del Stalag Luft III la noche del 24 de marzo de 1944 sufrieron un final trágico. Solo tres llegaron a fugarse. Los otros fueron recapturados y 50 de ellos fueron ejecutados.
Sin embargo, el acontecimiento llegó a conocerse como “El Gran Escape”, un evento que avergonzó a los alemanes y que fue llevado a la pantalla grande en 1963, en una película protagonizada por Steve McQueen que se tomó algunas libertades con la verdad pero se hizo legendaria.
En tiempos más recientes, el hecho aparece en la miniserie “Masters of the Air” en Apple TV+.
Una nueva exhibición en los Archivos Nacional de Reino Unido en Londres también rinde honor al hecho.
Los prisioneros pasaron un año cavando tres túneles en secreto, a los que apodaron Tom, Dick y Harry. Los alemanes descubrieron el primer túnel, pero no los otros dos.
El plan era para que 200 hombres salgan por medio del túnel Harry, pero en la noche del escape, el primero en salir se percató que el túnel no llegaba tan lejos como esperaban. Solo 76 lograron huir antes de que un guardia notó las huellas en la nieve.
Tres hombres — dos pilotos noruegos y uno holandés — fueron los únicos que lograron escapar con éxito.
Hitler estaba tan enojado por el escape que ordenó ejecutar a los 73 hombres recapturados, y los nazis eventualmente ejecutaron 50, lo que violó la Convención de Ginebra sobre el trato a prisioneros de guerra.
Después de la guerra, las ejecuciones de varios de los prisioneros fueron parte de los juicios de Nuremberg y varios oficiales de la Gestapo fueron sentenciados a muerte.