Rihanna ha soportado un escrutinio constante en los últimos años acerca de su aspecto físico. Ella se ha tomado con sentido del humor casi todas las críticas y las comparaciones, que para más inri no son con otras celebridades, sino con una versión más joven de ella misma, y ha insistido en que nada ni nadie la hará sentir incómoda en su propia piel.
La cantante y empresaria acaba de conceder una entrevista a la revista Interview donde se sincera acerca de la parte de su cuerpo que le gustaría cambiar después de dos embarazos. «Quiero mis ***** pegadas a los hombros, justo donde solían estar», ha bromeado. «No quiero implantes. Sólo quiero hacerme un lifting. No he investigado lo suficiente para saberlo, pero he oído que podría tener algunas cicatrices».
Esta es la última tendencia entre las celebridades. Muchas han decidido pasar de nuevo por quirófano para quitarse los implantes mamarios que se pusieron en su día, debido a los problemas de salud que atribuyen a su aumento de pecho, y recuperar una imagen más natural.
En el caso de Rihanna, no le interesa ninguna otra intervención. La idea de someterse a una abdominoplastia, otra de las operaciones más populares en el mundo del entretenimiento, le parece espeluznante porque no quiere que le hagan otro ombligo.
«También me da miedo el bisturí. Así que si tuviera que elegir una cosa, elegiría mis *****».
A lo largo de la conversación, la artista también ha hablado de los cambios que ha notado desde que dio a luz a su segundo hijo, que nació en 2022, para explicar que ella es humana y no se libró de ciertas sorpresas desagradables: «La celulitis del tercer trimestre no es ninguna broma», ha reconocido. «De pronto, empiezas a ver hoyuelos en sitios que ni conocías, y se concentra todo en tus muslos, porque están soportando el peso de tu bebé y tu útero».