William Levy ha salido al paso del revuelo que han causado sus últimos altercados con su ex Elizabeth Gutiérrez para limpiar su imagen pública. Los agentes de policía ha acudido en al menos tres ocasiones al antiguo hogar familiar por altercados domésticos; la última vez fue el pasado mes de marzo, cuando Elizabeth llamó a las autoridades asegurando que había una mujer desconocida en su casa con su ex y que William había empujado a su hija para impedir que entrara en su cuarto.
El protagonista de ‘Café con aroma de mujer’ ha roto ahora su silencio para asegurar que no ha sido ningún santo, pero que tampoco merece que se le retrate como el malo en la cobertura mediática que está recibiendo su separación de la madre de sus dos hijos.
«Reconozco haber cometido muchos errores a lo largo de 20 años, pero es una relación de dos, ella también cometió sus errores… Muchas cosas no se han dicho públicamente. Ustedes saben solo una parte. Y ahora solo lo que ella ha dicho», ha asegurado el protagonista de ‘Café con aroma de mujer’ a la periodista Ana María Alvarado, del programa Sale el sol. William ha tomado la decisión de no decir nada más al respecto por el bien de sus dos hijos: Christopher, de 18 años, y Kai, de 14.
Los dos actores han protagonizado varias rupturas a lo largo de las dos décadas que han pasado desde que se conocieron en un reality de televisión. Algunas, como la que tuvo lugar poco antes del nacimiento de su hija, fueron más sonadas que otras debido a los rumores de infidelidades por parte del galán cubano, pero parece que la última separación será la definitiva. Y William no está saliendo demasiado bien parado en toda esta historia.
Durante la última visita de las autoridades a su residencia, las cámaras corporales de los agentes grabaron todo lo ocurrido. Uno de los ellos habló con el actor en el interior de la vivienda y comprobó que no había nadie más al margen de una persona que se ocupaba de la limpieza. Elizabeth insistía en que sí había una mujer y que ella tenía derecho a exigir que se marchara porque seguía siendo su casa y necesitaba recoger ropa para su hija.
Elizabeth también aseguró que la adolescente estaba tratando de protegerla porque sabe «cómo la tocaría William» y quería evitarlo, lo cual ha avivado los rumores acerca de las peleas entre la antigua pareja. En la conversación que mantuvo con los policías, la actriz afirmó entre lágrimas que William no se preocupaba por su hija ni la estaba apoyando económicamente, así que ella estaba viviendo con la ayuda que le daba su familia.
Un día antes había sido él quien se había puesto en contacto con la policía para explicar que no sabía dónde se encontraba su hija y que Kai le había colgado el teléfono cuando le había preguntado por la dirección del nuevo apartamento de Elizabeth. Las autoridades consiguieron contactar con la adolescente y William dio por zanjado el asunto.
En enero las autoridades respondieron a una llamada realizada desde la mansión de Wiliam y Elizabeth, y al llegar la encontraron a ella llorando en el sofá porque -según su versión de los hechos- su ex había llegado borracho, había empuñado un arma de fuego y la había tratado de echar de casa en plena noche al creer que estaba con un hombre. William aseguró que había visto a un hombre en el armario de su ex a través de las cámaras el sistema de seguridad mientras se encontraba con un amigo y que había regresado para decirle a Elizabeth que no toleraría que recibiera a sus supuestos amantes cuando sus hijos se encontraban bajo el mismo techo. También confirmó que tomó el arma para protegerse cuando empezó a buscar al supuesto hombre, pero que no lo encontró.