BUENOS AIRES (AP) — Trabajadores del transporte realizaban asambleas el lunes en el marco de una serie de protestas que culminarán en un paro general convocado por la mayor central sindical argentina en contra de las iniciativas del gobierno de Javier Milei que contemplan reformas laborales e impositivas y la privatización de empresas.
Las asambleas organizadas por sindicatos aeronáuticos, marítimos, portuarios y ferroviarios —entre otros— a instancias de la Confederación Argentina de Trabajadores de Transporte, fueron celebradas en los lugares de trabajo, lo que en algunos casos alteró los servicios.
En tanto, organizaciones sociales izquierdistas se manifestarán el martes en las calles de Buenos Aires, mientras que la Confederación General del Trabajo —CGT, principal central sindical— hará el jueves su segundo paro general en contra de las políticas reformistas y de ajuste de Milei, un ultraliberal que asumió la presidencia en diciembre.
Las protestas tienen lugar a pocos días de que el gobierno consiguió en la Cámara de Diputados, y gracias al apoyo de partidos aliados, la aprobación de un proyecto de ley que contempla reformas económicas y del Estado que desmantelarían regulaciones que han subsistido durante décadas, así como un paquete con modificaciones impositivas. Las iniciativas deben ser tratadas próximamente en el Senado, donde al igual que en la cámara baja el oficialismo está en desventaja.
Mientras las asambleas transcurrían, en varias estaciones del metro de Buenos Aires los usuarios pudieron acceder gratuitamente a los vagones. En tanto, la estatal Aerolíneas Argentinas tuvo que reprogramar al menos 20 vuelos en distintos aeropuertos de todo el país.
Ricardo Cirielli, de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), se manifestó en contra de la iniciativa legislativa que establece que la aerolínea puede ser privatizada junto a otras empresas públicas.
“Hay un reclamo que es reiterativo, que es defender Aerolíneas Argentinas… Ya fue privatizada en dos oportunidades, las dos privatizaciones fracasaron y va a volver a fracasar”, afirmó Cirielli.
Guillermo Francos, ministro del Interior y quien intenta recabar el apoyo de senadores a los proyectos de reformas, ha restado importancia a las protestas e indicó que el próximo paro de la CGT tiene carácter político. “En la mayoría de la gente hay una gran expectativa y esperanza en la gestión” de Milei, sostuvo el funcionario.
Los sindicalistas están en contra de reformas laborales como la que aumentaría el período de prueba en las empresas y eliminaría las multas a los empleadores que no registren a sus empleados. También rechazan la posibilidad de que los sueldos a partir de un determinado monto vuelvan a estar sujetos a impuestos y posibles exenciones impositivas a empresas que inviertan más de 200 millones de dólares.