El líder de la mayoría republicana en el Senado de Estados Unidos, Mitch McConnell, que a sus 82 años es el legislador que más años ha estado al frente de los conservadores de ese hemiciclo en la historia del país, anunció este miércoles que planea abandonar el cargo en noviembre.
Mitch McConnell lleva como líder de los republicanos en el Senado desde 2007 y es el legislador que más años habrá estado al frente de los conservadores de ese hemiciclo en la historia del país.
Fue líder en minoría entre 2007 y 2015, luego en una influyente mayoría hasta 2021, y desde entonces volvió a serlo de la minoría.
«Uno de los talentos más subestimados en la vida es saber cuándo es el momento de pasar al siguiente capítulo de la vida. Así que hoy me presento ante ustedes para decirles que este será mi último mandato como líder republicano del Senado», anunció ante la Cámara Alta.
McConnell no mantiene una buena relación con el expresidente de Estados Unidos y presumible candidato republicano a la Casa Blanca Donald Trump (2017-2021) y cada vez era más cuestionado dentro de su partido.
«Créanme, conozco la política dentro de mi partido en este momento particular. Tengo muchos defectos, pero malentender la política no es uno de ellos», aseguró.
Más de la mitad del grupo parlamentario republicano en el Senado ha mostrado ya su apoyo a Trump en las primarias del partido, pero McConnell no ha sido uno de ellos.
De hecho, en su discurso, McConnell no citó a Trump ni una sola vez, pero sí tuvo palabras de afecto para el expresidente Ronald Reagan (1981-1989), con el que empezó su carrera política.
«Cuando llegué aquí me hacía feliz si alguien se acordaba de mi nombre. El presidente Reagan me llamó Mitch O’Donall. Cerca, pensé. Mi esposa, Elaine, y yo nos casamos en el cumpleaños del presidente Reagan, un 6 de febrero. Probablemente, admitirlo no sea lo más romántico, pero Reagan significa mucho para nosotros dos», dijo.
El veterano político republicano, en el Senado desde 1985, dejará el cargo de líder, pero seguirá como senador al menos hasta 2027, cuando vence su actual mandato.
Su futura renuncia coincidirá con las elecciones presidenciales y llega tras un año en el que el veterano político protagonizó titulares por sus problemas de salud: fue hospitalizado en marzo por una contusión cerebral y se quedó paralizado posteriormente en varias conferencias de prensa.