NUEVA YORK (AP) — Donald Trump arremetió el viernes contra el juez que presidió su juicio y siguió socavando al sistema de justicia penal de Nueva York al tratar de reconfigurar su condena por los 34 cargos de delitos graves como un impulso, y no un impedimento, en su más reciente campaña para llegar a la Casa Blanca.
Trump habló el viernes ante los medios en la torre que lleva su nombre en Manhattan, en su regreso a la campaña, un día después de ser declarado culpable de tratar de influir ilegalmente en la elección de 2016 al falsificar registros comerciales para ocultar el pago a cambio de silencio a una actriz porno que afirmó haber tenido relaciones sexuales con el magnate.
El expresidente republicano, tan desafiante como siempre, afirmó que el veredicto fue ilegítimo y que estuvo impulsado por la política; asimismo, trató de restar importancia a los hechos subyacentes del caso.
“No es dinero a cambio de silencio. Es un acuerdo de confidencialidad. Totalmente legal, totalmente común”, dijo.
En un mensaje para alentar a sus partidarios, se autodenominó mártir, y declaró: “Si pueden hacerme esto a mí, pueden hacérselo a cualquiera”.
“Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para salvar nuestro país y salvar nuestra Constitución. No me importa”, añadió. “Así que continuaremos la lucha”.
Si bien el veredicto de culpabilidad en su contra, emitido el jueves, y su promesa de luchar parecieron motivar a sus partidarios, incluidos aquellos que comenzaron a hacer donaciones a su campaña, no está claro si algo de esto le ayudará con los votantes independientes, que serán decisivos en la elección de noviembre.
Ningún otro expresidente o virtual nominado de un partido ha enfrentado jamás una condena por delitos graves o la posibilidad de ir a prisión, y se espera que Trump mantenga sus problemas legales como un elemento central de su campaña. Desde hace tiempo, ha argumentado, sin pruebas, que las cuatro acusaciones en su contra fueron orquestadas por el presidente demócrata Joe Biden para tratar de mantenerlo fuera de la Casa Blanca. El caso de dinero a cambio de silencio fue presentado por la fiscalía local de Manhattan, que no trabaja para el Departamento de Justicia ni para ningún organismo de la Casa Blanca.