La cantante Kelly Clarkson se ha unido al debate sobre la popularidad que ha adquirido el medicamento Ozempic, concebido para quienes padecen diabetes, entre las celebridades que han querido librarse rápidamente de sus kilos de más. En su programa vespertino, la intérprete ha confesado que ella también tuvo que recurrir a un fármaco similar para perder peso, en su caso porque la situación lo requería urgentemente.
La estrella de la música ha recordado que llegó a pesar noventa kilos. Nunca tuvo inseguridades en relación con su aspecto físico, pero en un momento dado ya no se «reconocía» a sí misma y empezó a preocuparse por las posibles consecuencias para su estado de salud. «Es que parecía que podía morirme en cualquier momento por un ataque al corazón», ha afirmado.
«Mi médico llevaba dos años insistiendo», ha añadido sobre su decisión de recurrir al medicamento. «Y yo estaba en plan: ‘No, me da miedo’. Me daba miedo porque tengo problemas de tiroides», ha contado sobre su reticencia inicial. Finalmente Kelly rebajó casi treinta kilos gracias, además, a una estricta dieta y al ejercicio físico.
La artista de 42 años, madre de dos hijos con su exmarido Brandon Blackstock, se ha pronunciado sobre su experiencia a raíz de los rumores que aseguraban, hace tan sólo unos días, que ella también se había sumado al polémico uso de Ozempic entre los famosos de Hollywood. Esta tendencia ha generado un problema de desabastecimiento y un significativo aumento de los precios que afecta, especialmente, a quienes realmente lo necesitan.
«Lo mío es diferente de lo que todo el mundo asume. Pero he tenido que hacerlo también. Todo el mundo piensa que es Ozempic, pero no, es algo diferente», ha aclarado. Meses atrás Kelly explicaba que sus médicos le alertaron de su condición pre-diabética, por lo que tuvo que actuar con decisión. «No me sorprendió, la verdad. Tenía un poco de sobrepeso, pero no me sorprendió. Pero ahí piensas: ‘Eres pre-diabética, estás en el borde», señalaba.
