Kevin Costner se negó a que acortaran su discurso de 17 minutos en el funeral de Whitney Houston

El actor de 69 años fue una de las ocho personas que hablaron en el funeral de la malograda cantante, que falleció en febrero de 2012 a la edad de 48 años Kevin y Whitney se habían conocido trabajando en la película ‘El guardaespaldas’, y aunque a primera vista pudiera parecer que no tenían nada en común, nada más lejos de la verdad.

Los dos crecieron en la iglesia baptista y sus respectivas familias formaban parte del coro, y Kevin se ganó su confianza cuando le prometió que no permitiría que hiciera el ridículo en la película: si sus habilidades interpretativas no estaban a la altura, se lo haría saber y la dejaría abandonar el proyecto.

Con esta historia en común, es normal que el intérprete estuviera nervioso y al mismo tiempo tuviera mucho que contar acerca de la Whitney que no muchos conocían. El problema es que el evento se retransmitió por televisión, y para su sorpresa, los organizadores le pidieron que mostrara el borrador final de su discurso y que lo acortara considerablemente.

«Había estado trabajando duro en este discurso… e intenté recopilar todo lo que quería decir y finalmente conseguí escribir una varción. Alguien me dijo: ‘La CNN está aquí, no les importaría que tu discurso fuera más corto porque van a incluir anuncios’. Y yo les dije que podían ir olvidándose de la idea, que podía poner los anuncios durante mi intervención, porque no me importaba'», ha explicado en declaraciones a Dax Shepard en el podcast ‘Armchair Expert’. Lo que no ha aclarado es si la cadena -o cualquier otra- cortó parte de su discurso o si finalmente se emitió íntegro. En cualquier caso, su negativa explica por qué el funeral se alargó el doble de las dos horas de duración que se había previsto inicialmente que durara.

De aquel día, el actor de ‘Yellowstone’ recuerda que se sintió incómodo por si se excedía y molestaba a otros oradores o asistentes, pero al mismo tiempo, quería hacerle justicia a la memoria de su amiga. Fue Dionne Warwick, la prima de Whitney, quien le animó a que hablara desde el corazón, y en cuanto puso un pie en el interior de la iglesia, que estaba abarrotada, pudo sentir la energía que se respiraba en el ambiente.

«Había algunas personas que tenían muchas ganas de hablar y me miraban fijamente. ¿Qué iba a decir? Empecé, y unos 17 minutos más tarde había terminado».