Ridley Scott ha tenido que aprender a ser «paciente» como director de cine.
El cineasta de 87 años ha dirigido clásicos como ‘The Martian’, ‘Thelma and Louise’ y títulos como ‘House of Gucci’ en los últimos años, pero admitió que a veces es «imposible ser amable» con aquellos con los que trabaja.
Así lo dijo a ScreenRant: «Sé amable si puedes. A veces es imposible, haciendo mi trabajo, donde me enfrento a una unidad de 1.200 personas y quiero matar a 40 de ellos… Pero no puedes hacerlo, así que aprendes a ser muy paciente, entonces puedes entrar tranquilamente en la caravana, patear la puerta y luego salir sonriendo. ¿Me entiendes? Eso es lo que aprendí. Sólo sacas lo mejor de la gente si no les gritas».
El galardonado director ha sido testigo de importantes avances tecnológicos a lo largo de sus casi 50 años en la industria, pero insistió en que no se debe recurrir a los efectos visuales para «reparar» una mala película.
En su opinión: «Sigo teniendo la oportunidad. Así que algo debo estar haciendo bien, pero es difícil. Y no sólo eso. Los efectos visuales tienen mucho que ver. La idea de los efectos visuales es una herramienta maravillosa. Pero es una herramienta. No debería ser la factura de reparación de una película mal hecha. Ahí es donde se dispara tu presupuesto. Cuando no lo has hecho bien en cámara. Los efectos visuales son una mejora, y deberían utilizarse cuando se ahorra dinero en lugar de gastarlo en reparar una película mal planificada. Y el problema es que cada vez se tiende más a eso. La película que estoy haciendo ahora se llama ‘The Dog Stars’. ‘Alien’ en 38 días. ‘Napoleón’ duró 52 días. ‘Gladiator II’ fueron 48 días. Normalmente serían más de cien días, pero si trabajas con ocho u once cámaras, es de ocho a once cámaras más rápido, siempre que sepas dónde poner la maldita máquina. Si no, no lo intentes: te meterás en un buen lío».