Sheryl Crow se replanteó su vida tras su ruptura con Lance Armstrong

Sheryl Crow empezó a «replantearse» su vida tras su ruptura con Lance Armstrong.

La cantante, de 63 años, decidió trasladarse de Hollywood a Nashville (Tennessee) tras su separación del ciclista -que, en aquel momento, tenía tres hijos con su primera esposa Kristin Richard y ahora tiene otros dos con Anna Hanse- y el diagnóstico de cáncer de mama porque los grandes cambios en su vida le hicieron reconsiderar sus prioridades.

Así lo contó a Variety: «Todos tenemos esos momentos en nuestra vida en los que tenemos que pivotar. Me diagnosticaron cáncer de mama en 2006 y me mudé aquí en 2007. Creo que haber salido de una relación en la que pensaba que me iba a casar y estaba cerca de los que iban a ser mis hijastros, y luego recibir el diagnóstico… las tres cosas me hicieron replantear mi vida. Lo vi y pensé: ‘Quiero echar raíces, quiero tener una familia’. Mis hermanas viven aquí y toda mi familia vive a menos de tres horas, así que decidí empezar la segunda fase».

La cantante de ‘If It Makes You Happy’ adoptó a su hijo Wyatt, de 18 años, en 2007, y a Levi, de 15, en 2010.

Sheryl siempre da prioridad a sus hijos e interrumpió su participación en la gira ‘Outlaw Music Festival Tour’ de Willie Nelson y Bob Dylan porque sus hijos tienen colegio y «no quieren salir de gira».

Y añadió: «Soy demasiado egoísta para querer perderme tiempo con ellos. Siento como si mi hijo de 18 años acabara de nacer y dentro de un año se fuera a la universidad».

Pero Sheryl quiere trabajar más cuando sus hijos estén preparados para irse de casa.

Indicó: «Volveré a trabajar a tiempo completo porque tengo una conexión aguda con la alegría cuando estoy tocando».

La cantante de ‘All I Wanna Do’ agradece no estar empezando su carrera ahora debido a la obsesión con las estrellas y sus «marcas».

Señaló: «Cuando pienso en ello, me entristece que los niños crezcan ahora en mi línea de trabajo, donde esperas escribir una canción tan grande como tu marca, y la marca es tan 24 horas al día – es tan cultivada y tan impulsada por el ego que si yo estuviera surgiendo en el mundo de hoy, no sería capaz de hacerlo, porque el ego es lo que me hace tan miserable. Ya lucho con que hieran mis sentimientos. No puedo imaginarme cómo sería hacerlo sabiendo que tengo que construir esta imagen de persona famosa y segura, pero también intentar ser vulnerable y ser un artista. Creo que si eres una persona como yo que ya lucha contra la depresión, siempre estás intentando averiguar cómo acallar esas voces. Y en cierto modo he hecho las paces con ello».