Taylor Swift ha conseguido colarse por primera vez en la lista de mil millonarios de la revista Forbes. La cantante de 34 años es la primera persona en acumular un patrimonio neto de 1.000 millones de dólares gracias únicamente a su trabajo como cantante, a través de los beneficios que le reportan su música y sus actuaciones en directo.
Su gira ‘Eras Tour’ ha batido varios récords: en tan sólo ocho meses consiguió recaudar mil millones con un único periplo de conciertos, algo que ningún otro artista había conseguido antes, y el documental que grabó durante su paso por el SoFi Stadium de Los Ángeles superó los 16 millones de visionados durante el fin de semana en la plataforma de Disney +.
Taylor se ha unido por primera vez a un club al que pertenecen otras personalidades como Elon Musk, George Lucas, Michael Jordan y una vieja conocida: Kim Kardashian. La celebridad jugó un papel clave en la caída en desgracia de la cantante allá por 2016, cuando aseguró que Taylor era una serpiente y el resto del mundo decidió que tenía razón.
Por si alguien no lo recuerda, Kim se puso de parte de su entonces esposo Kanye West durante su enfrentamiento con Taylor por la palabra muy poco respetuosa que el rapero utilizó para referirse a ella en su canción ‘Famous’. Kanye y Kim sostenían que Taylor había sido informada de antemano, pero ella siempre ha asegurado que fue una sorpresa muy desagradable.
Kim ingresó oficialmente en la lista que elabora cada año Forbes recopilando a los hombres y mujeres más ricos del mundo en 2021. Actualmente su fortuna está valorada en 1.700 millones, por encima de la de Taylor, que la revista estima que ronda los 1.100 millones.
En el caso de Kim, esta cifra proviene de varias fuentes: su compañía de belleza KKW Beauty y su exitosa marca de ropa interior moldeadora Skims, así como el dinero que percibe por el reality ‘Keeping Up With the Kardashian’ y varios acuerdos publicitarios o de colaboración y distintas inversiones.