GINEBRA (AP) — China ha solicitado muchas más patentes que cualquier otro país en lo que se refiere a la inteligencia artificial generativa, informó el miércoles la agencia de propiedad intelectual de la ONU, mientras Estados Unidos se encuentra en un distante segundo lugar.
La tecnología, que ofrece la posibilidad de aumentar la eficiencia y acelerar los descubrimientos científicos, pero también plantea preocupaciones sobre el empleo y los trabajadores, estaba vinculada a unas 54.000 invenciones en la década hasta 2023, informó la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).
Según la OMPI, más de una cuarta parte de esas invenciones surgieron el año pasado, lo que demuestra el crecimiento explosivo y el interés por la tecnología desde que la inteligencia artificial generativa (IAG) saltó a la conciencia pública a finales de 2022.
El nuevo informe sobre patentes, el primero de este tipo, pretende hacer un seguimiento de las solicitudes de patentes como posible indicador de las tendencias de la inteligencia artificial. Se centra únicamente en la IAG y excluye la inteligencia artificial en sentido más amplio, que incluye tecnologías como el reconocimiento facial o la visión computarizada.
“La OMPI espera dar a todos una mejor comprensión de dónde se está desarrollando esta tecnología en rápida evolución, y hacia dónde se dirige”, dijo a la prensa Daren Tang, director general de la organización.
Durante la década que comenzó en 2014, más de 38.200 invenciones de inteligencia artificial generativa procedieron de China. Esta cifra es seis veces superior a la de Estados Unidos, con cerca de 6.300 invenciones. Le siguieron Corea del Sur con 4.155, Japón con más de 3.400 e India con 1.350.
La inteligencia artificial generativa a los usuarios a crear texto, imágenes, música, código informático y otros contenidos mediante el uso de herramientas como ChatGPT de OpenAI, Gemini de Google y Ernie de la china Baidu. La tecnología ha sido empleada por muchas industrias, como las ciencias de la vida, la fabricación, el transporte, la seguridad y las telecomunicaciones.
Algunos críticos temen que la IAG llegue a reemplazar a los trabajadores de algunos tipos de empleos o tomar contenido generado por humanos sin una compensación adecuada para la gente que está detrás de ello.