ATENAS, Grecia (AP) — Grecia quiere crear dos nuevas reservas marinas dentro de un plan de 780 millones de euros (830 millones de dólares) para proteger los ecosistemas marinos y la biodiversidad. Los planes se anunciarán oficialmente en una conferencia internacional sobre océanos que comienza el martes en Atenas.
Pero el plan ha enojado al vecino y rival regional de Grecia, Turquía, mientras que los grupos ambientalistas dicen que la iniciativa no es suficiente y señalan que el país también permite prácticas dañinas para el medio ambiente como las prospecciones de recursos energéticos en entornos marinos delicados.
“Incrementamos en un 80% el tamaño de nuestras zonas marinas protegidas, prohibimos las prácticas pesqueras dañinas y utilizamos nuevas tecnologías para vigilar y hacer cumplir los compromisos que asumimos aquí”, dijo el primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, antes de la conferencia.
La cumbre internacional de dos días en Atenas pretende “canalizar la acción global contra dos crisis que se solapan, la crisis climática y la crisis de nuestro océano”, dijo Mitsotakis. “Los países han venido con propuestas específicas para tomar medidas firmes”.
Grecia, que tiene miles de islas e islotes y una de las costas más largas en el Mediterráneo, ha dicho que creará una nueva reserva natural marina en el mar Jónico y otra en el mar Egeo, lo que eleva el total de áreas protegidas a más del 30% de sus aguas.
Sin embargo, las organizaciones ecologistas han pedido compromisos más fuertes con la protección medioambiental.
Con el lema “El mar no se vende”, Greenpeace instó a los líderes que asisten a la Conferencia Nuestro Océano en Atenas a tomar medidas concretas para proteger el entorno marino del planeta.
La conferencia “no debe ser simplemente una oportunidad para que los gobiernos se feliciten a sí mismos por lo que han dicho hasta ahora”, dijo Nikos Charalambidis, director de Greenpeace en Grecia. “Al contrario, aquí debe ser donde se presentan planes de acción y medidas serias para evitar el saqueo de nuestros mares”.
Greenpeace, el Foro Mundial para la Naturaleza y otras organizaciones han sido especialmente críticas con Grecia por permitir la prospección sísmica en aguas profundas para buscar recursos minerales y energéticos en la fosa de Calipso, que incluye las zonas de más profundidad del Mediterráneo, más de 5.200 metros (17.300 pies).
La fosa, que se extiende desde el suroeste de Grecia a Creta, es un hábitat crucial para los pocos cientos de cachalotes y otros mamíferos marítimos del Mediterráneo, ya amenazados por la pesca, las colisiones con barcos y la contaminación plástica.
Cuando se le preguntó si el gobierno griego tenía previsto extender la protección a toda la fosa de Calipso, Theodoros Skylakakis, que es el ministro griego tanto de medio ambiente como de energía, recalcó que adaptarse a la economía ecológica requerirá unos fondos considerables en las próximas décadas.
“Debemos ser mucho más eficientes en todo lo que hacemos. Y no reaccionar por ideología sino por la ciencia, por eficiencia y por inversión”, dijo Skylakakis. “Y para eso, necesitaremos dinero. Si alguien cree que podemos alcanzar este desafío de pagar la adaptación (…) y al mismo tiempo no tener crecimiento económico, no vive en este mundo”.
El plan griego de las dos reservas marinas también ha molestado a la vecina y rival Turquía. Cuando se presentó el plan la semana pasada, el ministerio turco de Exteriores acusó a Atenas de aprovechar las cuestiones medioambientales para impulsar sus objetivos geopolíticos. Los dos países, ambos miembros de la OTAN, han chocado por una serie de asuntos, como reclamaciones territoriales en el Egeo, y han estado al borde de una guerra en tres ocasiones en los últimos 50 años.
Las relaciones han mejorado un poco en el último año tras un periodo de tensiones acumuladas en el que los dos países tenían buques de guerra enfrentados en el Mediterráneo oriental. Sin embargo, Ankara respondió con malestar al plan de la reserva marina en el Egeo.
“Se sabe que Grecia lleva mucho tiempo tratando de beneficiarse de casi cualquier plataforma en el contexto de problemas en el Egeo”, dijo el Ministerio turco de Exteriores. “Pese a la reciente mejora en nuestras relaciones, parece que en esta ocasión Grecia se está aprovechando de asuntos medioambientales”.
El Ministerio griego de Exteriores respondió que Ankara estaba “politizando un asunto claramente medioambiental”.