SAO PAULO (AP) — Un juez del Supremo Tribunal de Brasil ordenó el viernes la suspensión de la red social X en el país debido a que su propietario Elon Musk se negó a nombrar a un representante legal allí, según una copia del fallo.
La medida agrava una disputa de varios meses entre ambos hombres respecto a la libertad de expresión, cuentas de usuarios de extrema derecha y desinformación.
El juez Alexandre de Moraes le advirtió a Musk el miércoles por la noche que X podría ser bloqueada en Brasil si no acataba su orden de nombrar a un representante, y estableció un plazo de 24 horas. La empresa no tiene un representante en el país desde hace algunas semanas.
“Elon Musk mostró su total falta de respeto por la soberanía brasileña y, en particular, por el poder judicial, erigiéndose como una verdadera entidad supranacional e inmune a las leyes de cada país”, escribió De Moraes en su decisión.
El juez dijo que la plataforma permanecerá bloqueada hasta que cumpla sus órdenes, y también fijó una multa diaria de 50.000 reales (8.900 dólares) para las personas o compañías que utilicen redes virtuales privadas (VPN, por sus siglas en inglés) con el fin de acceder a X.
En un fallo posterior, se retractó de su decisión inicial de establecer un plazo de 5 días para que los proveedores de servicios de internet —y no sólo el regulador de telecomunicaciones— bloquearan el acceso a X, así como de su directriz para que las tiendas de aplicaciones retiren las VPN.
El regulador de las telecomunicaciones de Brasil, Anatel, tiene 24 horas para cumplir con la orden. El presidente de ese organismo, Carlos Baigorri, le dijo al canal GloboNews que los mayores proveedores de servicios de internet del país responderían rápidamente, pero añadió que los más pequeños podrían necesitar más tiempo para suspender a X de sus servicios.
Se tiene previsto que el pleno del Supremo Tribunal Federal de Brasil emita un fallo en el caso, pero de momento no se ha fijado una fecha para las deliberaciones.
Brasil es un mercado importante para X, que ha tenido problemas por la pérdida de anunciantes desde que Musk adquirió la plataforma en 2022, anteriormente llamada Twitter. El grupo de investigación de mercados Emarketer señala que unos 40 millones de brasileños —aproximadamente la quinta parte de la población— accede a X por lo menos una vez al mes.
El jueves por la noche, X publicó en su página oficial de Asuntos Gubernamentales Globales que preveía que De Moraes suspendería a X “simplemente porque no acatamos sus órdenes ilegales de censurar a sus opositores políticos”.
“Cuando intentamos defendernos en los tribunales, el juez De Moraes amenazó con enviar a la cárcel a nuestra representante legal brasileña. Aun después de que ella renunció, el juez congeló todas sus cuentas bancarias”, escribió la empresa. “Nuestras impugnaciones contra sus acciones claramente ilegales fueron desestimadas o pasadas por alto. Los colegas del juez De Moraes en el Supremo Tribunal no quieren o no pueden hacerle frente”.
X ha tenido roces con De Moraes por rehusarse a cumplir las órdenes de bloquear a ciertos usuarios.
Entre las cuentas que la plataforma había cerrado anteriormente por órdenes de Brasil están las de legisladores afiliados al partido derechista del expresidente Jair Bolsonaro y de activistas acusados de socavar la democracia brasileña. Los abogados de X le enviaron un documento al Supremo Tribunal Federal en abril, en el cual señalaron que desde 2019 había suspendido o bloqueado a 226 usuarios.
En su decisión del viernes, De Moraes mencionó ciertas declaraciones de Musk que, afirmó, son evidencia de que la conducta de X “claramente pretende seguir alentando publicaciones con extremismo, discurso de odio y discurso antidemocrático, y tratar de ponerlas fuera del control jurisdiccional”.
Musk ha afirmado repetidas veces que las acciones del juez equivalen a censura, y su argumento ha encontrado eco en la derecha política de Brasil. Con frecuencia ha insultado a De Moraes en su plataforma, llamándolo dictador y tirano.
Los defensores de De Moraes han dicho que sus acciones contra X han sido legales, que han estado apoyadas por la mayoría del pleno del tribunal y que han servido para proteger la democracia en una época en que está en peligro. El viernes escribió que su fallo está fundamentado en la ley brasileña que exige que las empresas extranjeras tengan representación en el país, de forma que puedan ser notificadas cuando haya decisiones jurídicas relevantes y tomen medidas necesarias, refiriéndose específicamente al retiro de contenido ilícito publicado por usuarios y de desinformación durante las elecciones municipales de octubre.
El cierre de X en Brasil no es inédito.