EAST PALESTINE, Ohio, EE.UU. (AP) — Los habitantes de una aldea de Ohio están enterándose de detalles del aparatoso descarrilamiento de un tren de la empresa Norfolk Southern el año pasado, en una audiencia donde la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) discutirá la investigación en curso y emitirá recomendaciones para evitar desastres futuros.
“En nombre de toda la agencia, quiero reconocer el impacto significativo que este descarrilamiento ha tenido”, declaró la directora de la oficina reguladora, Jennifer Homendy, al inicio de la audiencia el martes. Señaló que hay quienes han tratado de minimizar el descarrilamiento porque nadie murió, pero “la ausencia de fatalidades o heridas no implica la presencia de seguridad”.
Michael Graham, miembro de la junta que estuvo en el lugar después del descarrilamiento, dijo que el trabajo de la NTSB no acabará luego que emita sus recomendaciones para evitar futuros desastres.
“Seguiremos vigilando y presionando por estas recomendaciones hasta que cada una sea implementada”, indicó.
Docenas de vagones se descarrilaron el 3 de febrero de 2023 en las afueras de East Palestine cerca de la frontera con Pensilvania, incluyendo 11 que tenían materiales tóxicos. Muchos habitantes se fueron ante los temores de una explosión. Pese a los potenciales efectos a la salud, las autoridades quemaron intencionalmente cloruro de vinilo contenido en cinco vagones, enviando llamas y columnas de humo negro al aire.
La NTSB dijo anteriormente que una pieza sobrecalentada en unos de los vagones no fue detectada a tiempo por los sensores ferroviarios y que ello probablemente fue la causa del descarrilamiento. Sucesivas investigaciones han arrojado otras posibles hipótesis, como recortes de empleos en el sector ferroviario o inspecciones hechas apresuradamente. Los investigadores además se abocaron a averiguar por qué las autoridades decidieron abrir deliberadamente los vagones y quemar el cloruro de vinilo, ingrediente clave de las tuberías PVC.
El martes, miembros de la NTSB confirmaron que un sensor en Salem, Ohio, no detectó adecuadamente el vagón sobrecalentado que se incendió a unos 32 kilómetros (20 millas) antes del descarrilamiento. Añadieron que los bomberos no recibieron detalles sobre qué materiales tenía el tren por más de una hora después del descarrilamiento.
Los miembros de la NTSB dijeron además que Norfolk Southern y sus contratistas pusieron en peligro la integridad de la decisión de quemar los materiales, al no darle información precisa a OxyVinyls, la compañía que fabricó el cloruro de vinilo. Añadieron que los contratistas de Norfolk Southern que recomendaron abrir los tanques de vinilo y quemar sus contenidos siguieron presionando por quemarlos a pesar de las evidencias de que el tanque se estaba enfriando después del descarrilamiento.
Los miembros de la junta dijeron que no hay estándares sobre cómo las compañías ferroviarias deberían responder a las fallas de las alarmas. El personal de la NTSB dijo que le recomendará a la Administración Ferroviaria Nacional que establezca normas sobre cómo responder a las alarmas. Si bien las recomendaciones de la NTSB no son legalmente vinculantes, el Congreso podría estar dispuesto a implementar algunas de ellas debido a que el descarrilamiento ha centrado la atención nacional en la seguridad ferroviaria.