El Presidente AMLO, acusó hoy miércoles al periodista Carlos Loret de Mola, demandado por su hermano Pío Lorenzo López Obrador tras revelar videos de presunta corrupción, de ser «un mafioso protegido» por el Poder Judicial.
«Si le puedo hacer alguna recomendación a mi hermano y a cualquiera es que no sirven de nada las denuncias, porque no se puede denunciar a un mafioso que está protegido por un Poder Judicial mafioso porque forma parte de la misma mafia, es perder el tiempo, yo por eso no presento ninguna denuncia», expresó.
El Mandatario afirmó en la mañanera desde Palenque, Chiapas, que Loret de Mola «es de los periodistas más corruptos de México» porque «hace montajes» y «ahora es amigo de los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial, que está completamente corrompido».
Sus declaraciones se producen después de que Loret de Mola acudió ayer martes a un juzgado por una demanda del hermano del Presidente, quien exige un pago de 200 millones de pesos por difundir unos videos en los que aparece recibiendo dinero en sobres.
Según el reportaje de agosto de 2020, el hermano del Mandatario recibió en efectivo 1.4 millones de pesos en 2015 para apoyar al partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en el estado de Chiapas por parte de David León Romero, exfuncionario estatal.
Cuestionado de manera expresa por la prensa, López Obrador no sugirió a su hermano desistirse de la demanda.
«Que haga lo que quiera, pero mi opinión es que contra esos corruptos no se puede. Además, ni hacerles el juego, porque se sienten perseguidos, me echan la culpa a mí», respondió.
«Es perder el tiempo, pero desde luego cada quien es libre. No veo a Pío desde hace cinco años, seis, y no voy a andar dando consejos», insistió.
La demanda contra Loret de Mola despertó críticas de los candidatos presidenciales de oposición, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez, quienes la señalaron como un reflejo de los ataques contra la prensa durante el Gobierno de López Obrador.
La organización Artículo 19 presentó este miércoles un informe en el que documentó cinco asesinatos de periodistas y 561 agresiones contra la prensa en 2023, con lo que México se mantiene como uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo.