El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha comunicado su decisión de clausurar la totalidad de sus plataformas digitales una vez que concluya su mandato de seis años. Esta determinación la ha expresado al manifestar que considera haber completado su periodo como jefe del Ejecutivo.
El anuncio ha generado diversas reacciones en la esfera política y social del país, con opiniones divididas sobre la medida adoptada por el mandatario saliente. Mientras algunos expresan su apoyo a la decisión de López Obrador, otros muestran preocupación por la eventual pérdida de una vía de comunicación directa entre el futuro expresidente y la ciudadanía.
Este cierre de redes sociales marca el fin de una etapa en la presencia digital del presidente, quien ha utilizado estas plataformas como herramienta para comunicar sus políticas y acciones durante su gestión. A partir de ahora, los ciudadanos deberán recurrir a otros canales de información para seguir de cerca las actividades y declaraciones del mandatario.
El anuncio de López Obrador refleja su visión de que ha completado un ciclo en su vida política, y que es momento de ceder el espacio digital a nuevas generaciones de líderes y figuras públicas. Sin embargo, también deja abierta la posibilidad de que en el futuro pueda retomar la presencia en redes sociales si así lo considera pertinente.
En medio de un entorno político cada vez más digitalizado, la decisión de cerrar sus redes sociales plantea interrogantes sobre el futuro de la comunicación política en México y el papel que jugarán las nuevas tecnologías en la interacción entre gobernantes y gobernados