El sector gasolinero considera que el robo a los consumidores finales se incrementó en la primera mitad de 2024, de acuerdo con una encuesta de la agencia especializada PetroIntelligence, por factores como el huachicol o el combustible ilegal.
En específico, el 55% de los gasolineros consultados creen que existe una mayor adulteración, contrabando fiscal y huachicol en el mercado de combustibles que hace un año, lo que afecta al consumidor final.
Fuentes de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) señalaron que cerca de una tercera parte del combustible que se comercializa en el país es ilegal, lo que afecta directamente a los clientes y también a las empresas. Este porcentaje llegó a 33.3% mientras que un año atrás fue de 30%, lo que equivale a cerca de 340 mil barriles diarios de venta de combustibles ilegales, un desfalco similar a la producción futura de la refinería de Dos Bocas.
Las modalidades de adulteración del mercado gasolinero se incrementaron en esta administración, de acuerdo con los trabajos observados en la Convención & Expo 2024, que organizó la misma cúpula en días pasados.
Al principio, destacaba el robo de combustible de los ductos de Pemex, que se comercializaba ilegalmente hasta en algunas estaciones. La modalidad creció en 2020 al denominado huachicol fiscal, que es la importación de combustibles con otra fracción arancelaria, para evitar el pago de impuestos correspondientes.
Hoy el problema ha crecido, según los gasolineros, debido a la importación de químicos e insumos para realizar mezclas y venderlas como gasolinas, lo que afecta a las empresas que llevan un proceso de importación y comercialización en el marco de la ley.
Esta situación también afecta el atractivo para invertir en las estaciones de servicio, aunado a otros factores como la extorsión y la sobrerregulación.
El comisionado de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), Walter Julián Ángel Jiménez, catalogó el cálculo de que una tercera parte de los combustibles son ilegales como “una cosa escandalosa”, pero señaló que varios de los problemas responden a la corrupción por acción y omisión.
El sector gasolinero consta de cerca de 14 mil permisionarios, 80% de estos corresponden a la marca Pemex y el resto a privados que incursionaron en el negocio a partir de la reforma energética y la apertura.
Conforme a la política del actual Gobierno federal, Pemex ganó mayor participación de mercado a lo largo de la autollamada Cuarta Transformación.
Además, 59% de los consultados por PetroIntelligence perciben que hay un robo mayor directo a los consumidores con litros incompletos en comparación al año pasado.
En todo el sexenio, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha dado seguimiento al sector gasolinero y presenta sus resultados cada semana.
Sube estímulo para la “verde”, pero baja para el diésel
El estímulo fiscal que el Gobierno federal otorgó a la gasolina de bajo octanaje, la “verde”, aumentó, mientras que para el diésel, usado en operaciones de transporte público y carga, se redujo.
De acuerdo con lo publicado ayer por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el estímulo para la gasolina pasó de 5.86 a 8.38% para la semana que va del 29 de junio al 5 de julio próximo.
De esta manera, el monto que el Gobierno recaba como Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) por cada litro vendido pasa de 5.81 a 5.65 pesos.
Mientras que en el caso del diésel, el estímulo se redujo de 6.24 a 5.15% para la misma semana, lo que afecta directamente a las unidades de carga pesadas y también a las de pasajeros del mismo tipo.
En este último caso, el monto que la federación recaba como IEPS, por cada litro de diésel comercializado en expendios pasa de 6.36 a 6.43 pesos.
En el caso de la gasolina de alto octanaje, conocida comúnmente como “la roja” no ha tenido variaciones en el estímulo desde octubre de 2023.
Sin embargo, el Gobierno recaba por cada litro comercializado de este combustible 5.21 pesos, de acuerdo con la publicación en el DOF.
Estos estímulos son usados por la Federación para recabar recursos públicos mediante la comercialización de combustibles automotrices en el país.
En el caso del IEPS a combustibles, el Gobierno mantiene estos estímulos, los sube o los reduce dependiendo de los movimientos internacionales de los precios.
Así, logra estabilizar las grandes variaciones que se pueden observar, al tiempo que recauda dinero para el gasto público.
Los precios de las gasolinas han alcanzado niveles históricamente altos, pero su incremento ha sido menor o en línea con la inflación general.