La Iglesia mexicana hizo este domingo un llamado a garantizar que cada niño y niña del país tenga acceso a la educación y a una vida libre de explotación laboral, a través de políticas públicas que protejan y promuevan los derechos de la infancia.
En su editorial dominical Desde la Fe, la Arquidiócesis de México recordó que el pasado miércoles se conmemoró el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, pero pidió que no sea “sólo en esta fecha cuando reflexionemos sobre esta grave problemática”.
Precisó que en México al menos 3.7 millones de niños y adolescentes están “atrapados” en el trabajo infantil, según datos de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) del 2022.
Además, según la agencia de las Naciones Unidas, el fenómeno está creciendo, debido al aumento de la pobreza absoluta entre las familias.
La situación, afirmó, “es delicada” en estados como Guerrero, con una tasa del 2.5 %, y Chiapas, con el 20.8 %, donde niños de 11 o 12 años, que aún no saben leer ni escribir, se ven obligados a trabajar para sobrevivir.
“¿Qué estamos haciendo para proteger a nuestros niños?, ¿para garantizar un mejor futuro para los pequeños?, ¿para que millones de niños vivan en plenitud, con su alegría e inocencia natural?”, cuestionó.
Ante ello, pidió hacer “todos los esfuerzos posibles” para garantizar que la infancia en México tenga acceso a la educación y a una vida libre de explotación laboral, a través de políticas públicas que protejan y promuevan los derechos de la infancia.
“También reforzando la atención y cuidado de los padres hacia ellos; y sin dejar atrás las pequeñas y grandes acciones que podamos motivar en nuestro entorno”, enfatizó.