El expresidente Ernesto Zedillo desestimó que López Obrador fuese considerado el gran protagonista del momento en el poder político mexicano. E incluso, pese a la disputa que sostiene frente a la actual Mandataria, Zedillo aseguró que Claudia Sheinbaum fue electa democráticamente, como lo avalaron las instituciones electorales creadas durante el priismo.
Sin embargo, en entrevista con el periodista y columnista, León Krauze, para su podcast Ciberdiálogos de Letras Libres, aseveró que la Presidenta «no asume sus responsabilidades constitucionales» porque busca darle continuidad a la «obra demagógica» del expresidente López Obrador «ridículamente» llamada Cuarta Transformación.
«Yo le recordaría que la función de un presidente no es ser popular, sino servir a la nación democráticamente. No ser parte de un proyecto que claramente es de destrucción democrática».
El priista mencionó que, cuando se analizan los mandatos de los gobiernos morenistas, se les puede llamar «golpe de Estado» porque, expuso, han quitado un régimen democrático y han instaurado una tiranía de manera Constitucional.
«A lo mejor López Obrador, ella [Claudia Sheinbaum] y sus compañeros de partido concluyeron que lo mejor para México no era la democracia«, lamentó Zedillo Ponce de León.
En ese sentido, refirió que los morenistas habrían pensado que «lo mejor para México no es vivir en democracia», sino mantener un partido hegemónico en el poder, limitar libertades civiles, controlar a medios, implementar una seguridad militarizada y aumentar la prisión preventiva: «Ellos piensan que eso es lo mejor para el país».
El expresidente Zedillo externó su preocupación ante la popularidad como medida de cumplimiento del deber: «En eso hay mucha superficialidad y trivialidad«, consideró.
Recordó que en abril de 1995, posterior al «error de diciembre» y la grave crisis económica que afrontaba México, tomó decisiones sin reparar en las repercusiones en su popularidad.
«Cuando yo acabé mi periodo gubernamental, alguien me mostró una gráfica que señalaba que yo tenía 75% de aprobación. Francamente, no me interesaba ese 75%«, se sinceró el exmandatario priista sobre los índices que los gobiernos de la 4T presumen.
Por tanto, instó a las personas en el poder a que «no le presten tanta atención a la popularidad» y se enfoquen en cumplir.